Los sharrows o ciclocarriles son estos carriles marcados a 30km/hora que surgieron por algunas avenidas de Madrid, de la noche a la mañana, y prácticamente sin informar a la población. Se trata de un carril compartido por el cual pueden circular bicicletas y coches sin superar los 30km/hora.
Sharrow o ciclocarril en el Paseo del Prado
¿Por qué en algunas zonas no tienen éxito entre los ciclistas? Como se aprecia en la foto, si existe un carril bus, puesto que la circulación de bicicletas está prohibida por dicho carril bus, las bicis se ven obligadas a ir por el ciclocarril, pero éste se encuentra en el centro de la calzada. De esta forma, el ciclista se encuentra rodeado de tráfico que circula a una velocidad bastante superior a la de él tanto por la derecha (motos, taxis y autobuses) como por la izquierda (resto del tráfico). Además, son pocos los conductores de coches que respetan los 30km/hora de los sharrows.
En el trayecto a pie entre la Plaza Cibeles y Atocha, pude observar un ciclista por la calzada (ciclocarril)...
Otro que abandonó el ciclocarril para subir a la acera...
Otro por el carril bus...
Y el resto del tiempo, lo siguiente:
Bastantes ciclistas por la acera. Esto nos lleva a pensar que los ciclocarriles son un fracaso, al menos en zonas con mucho tráfico y con carril bus a la derecha.
¿Qué se puede hacer? Dos soluciones posibles.
1. Hacer un carril bici (acera-bici) en la acera ya que es muy ancha en la zona entre Atocha y Cibeles, como se observa en la foto.
La desventaja es que puede causar problemas con los peatones, quienes no suelen respetar los carriles bici por la acera.
2. Hacer un carril bici en condiciones, segregado del trafico con algún tipo de separador (pivotes, separadores plásticos, etc.), como el de la Calle Alcalá.
La única desventaja es que unos pocos ciclistas de blogs que defienden que no haya carriles bici en Madrid estarán descontentos, pero por suerte son una minoría. Con un carril bici en condiciones que suba por el Paseo del Prado, Recoletos hasta Castellana, los ciclistas iríamos más cómodos, nos sentiríamos más seguros e incluso se podría atraer a más ciclistas. Separar a los vehículos según sus velocidades es sano y es algo que ya se "descubrió" en otros países del norte de Europa.
Happy bike-day!
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